«Aquí os estoy esperando, venid acá; Sos un desecho». Fue la frase que dijo Luis Alberto Suárez Díaz a los jugadores del RCD Espanyol, una vez terminado el partido.
Al final del partido Juan Martínez Munuera, árbitro del encuentro, identificó a Luis Suárez como el responsable del enfrentamiento con varios jugadores del Espanyol de Barcelona.
Este partido será recordado, no sólo por los 4 goles marcados, Messi en dos ocasiones, Neymar y Piqué; todos de buena manufactura, sino porque fue un derbi catalán intenso y por episodios violento.
Durante el partido se registraron varios altercados; Suárez le gritó el gol de Messi al guardameta de «los periquitos«, Pau López, en la cara y el meta a su vez, en jugadas posteriores le recordaba cada ocasión fallada del delantero internacional uruguayo.
El portero del Espanyol, no sólo mandó mensajes a Luis Suárez, también propinó un pisotón a Messi, lo que desató un encare de ambos jugadores. Irónicamente, Suárez detuvo a Messi y lo separó del cancerbero.

Pasaron los minutos y se continuó en el mismo tenor, intenso y violento. Se observó un partido, lleno de empujones entre los protagonistas y reclamos al colegiado Juan Martínez Munuera, quien pitó el final del partido tras 4 minutos de reposición.
¿Regresó a la andadas «Luisito»?