Casi todos nos enseñan a ganar. Unos pocos nos enseñan a perder. Nadie te enseña a empatar
Aceptar un empate es un legítimo acto de negociación que enseña a ambas partes que el todo o nada no siempre es la mejor opción
Evidentemente no estoy hablando de fútbol sino de la vida.
— Germán Castaños (@germancastanos) 18 de junio de 2022