La fiesta que se vivió en La Corregidora para el primer juego de Liguilla no terminó en final plenamente feliz por el gol visitante de último minuto.

Por fin Querétaro pudo clasificar a una Liguilla e hizo valer su primera vez como local con una apretada victoria ante el líder general Chivas, que controló la mayor parte del encuentro pero vio cómo los goles caían en su portería. Carlos Bueno de inmediato se hizo presente en el marcador con un golazo en el ángulo al minuto 9, haciendo inútil la estirada de Hernández. Después del balde de agua fría, Chivas poco a poco se hizo cargo del encuentro y metió a Querétaro en su territorio. El problema fue que no contaba con alguien en medio campo que le diera pausa al ataque y distribuyera adecuadamente los balones, rol que desempeñó Fabián en el torneo regular.

El control rojiblanco se extendió a medida que avanzaba el reloj hasta llegar a ser preocupante para la zaga emplumada, pero una de las pocas descolgadas del cuadro local -también una de las pocas donde el Bofo no se tiró pidiendo falta-, culminó con un remate muy complicado de Carlos Bueno para el segundo gol y la explosión de júbilo en la grada.

Pero el último minuto tenía reservado un poco de justicia para Chivas. Un centro enviado ya en tiempo de compensación fue rematado por el Chatón Enríquez para acortar la diferencia y poner a un triunfo de distancia -por cualquier marcador- el pase a la Semifinal. Aún así, con el marcador no tan disparejo, a Chivas le pesaron las ausencias de Fabián y Míchel, que seguramente sufrieron aún más la derrota de su equipo.